Comisión Histórica

En toda causa, tanto reciente como antigua, el Obispo debe nombrar mediante decreto, por lo menos tres peritos históricos y archivísticos, que constituyen la así llamada comisión histórica. Incumbe a los peritos el deber de buscar y recoger todos los escritos del Siervo de Dios aún no editados, así como los documentos históricos, tanto manuscritos como impresos, relacionados de cualquier modo con la causa.

El oficio de perito no se puede encomendar al postulador ni al vicepostulador ni a sus colaboradores, puesto que las pruebas deben recogerse formalmente en el marco de un proceso canónico. El Obispo puede nombrar entre los peritos históricos y archivísticos a un miembro del instituto de vida consagrada, de la sociedad de vida apostólica o de la asociación clerical y/o laical a la que pertenecía el Siervo de Dios.

Puede ser útil efectuar ese nombramiento, ya que se habrán de consultar los archivos del instituto, de la sociedad o de la asociación.

En presencia del Obispo y del canciller de la diócesis o de la eparquía, los peritos juran cumplir fielmente su tarea y guardar el secreto de oficio. El juramento se registra y se adjunta a las actas del procedimiento.

Para el proceso de Fr. Andrés la comisión de peritos históricos se reunió el día 17 de Abril de 1997, con la presencia del Profesor Marciano Barrios, Profesor Antonio Rehbén y representando a la Provincia franciscana de la Santisima Trinidad, el Ministro provincial, Fr. Rigoberto Iturriaga, ofm., Fr. Patricio Farias y Fr. Juan Rovegno, ofm., Vice-Postulador de la Causa.

En representación del Arzobispado de Santiago, se encontraron presentes, el Pbro. Javier Manterola, Mons. Carlos Oviedo Cavada, Cardenal Arzobispo de Santiago de Chile, Mons. Sergio Valech.