Misa por Fray Andresito recordó la importancia de ser solidarios
Este 14 de agosto, y en el contexto del mes de la solidaridad, se celebró una nueva eucaristía por la pronta beatificación de Fray Andresito. La misa del mediodía fue presidida por el hermano Raúl Allimant, ofm, Vicario Provincial, y concelebrada por el hermano Nicolás Alfaro, ofm, Guardián del Templo Recoleta Franciscana.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
La misa del mediodía en el Templo Recoleta Franciscana recordó la importancia del Mes de la Solidaridad para el pueblo chileno, virtud que el propio Fray Andresito vivió y encarnó en medio de los más pobres y abandonados.
Fe y solidaridad
En la fiesta de San Maximiliano Kolbe, el hermano Raúl, recordó el legado y la figura de Fray Andresito en medio del pueblo chileno. “En este mes de la solidaridad en agosto, recordamos también la figura de san Alberto Hurtado, que, junto a san Maximiliano y Fray Andresito, son fuente de gracia y de inspiración para todos nosotros”, precisó.
Posteriormente, señaló que “cada 14 el Señor nos convoca para rezar por Fray Andresito, y que, por mediación de él, podamos ver la inspiración de Dios hecho amor para todos nosotros. Un amor que se hace realidad en medio de los humildes, de los que, en nuestra sociedad, muchas veces no cuentan. Por eso es importante la misión evangélica en medio del pueblo, en todo cristiano y en todo bautizado”, exhortó el hermano Raúl Allimant, ofm.
Obras de amor
En esa línea, añadió que sin el amor a Dios que tuvo Fray Andresito, “no podemos contemplar el rostro de Dios en medio de los más pobres y los más pequeños. Obra solidaria de entrega generosa de Fray Andresito hacia los más abandonados y que no son distintos a los de nuestro tiempo”, agregó.
Finalmente, el hermano Raúl Allimant, ofm, enfatizó que la esperanza de Fray Andresito a Dios está colmada de inmortalidad. “Esperanza de todos aquellos que buscan con un corazón sincero a Dios. Buscar la fuerza para atender a los más pequeños y hacerlo vida desde el evangelio, no puede ser solamente un acto de caridad, sino una profunda expresión de un Dios que habita en todos nosotros y en nuestros corazones”, concluyó.
Antes de finalizar la eucaristía, se bendijo el altar de San Francisco y su imagen que está un costado del altar mayor, el cual fue reparado por desgaste del paso del tiempo. Asimismo, durante las últimas semanas, fueron entronizadas las imágenes Santa Filomena y San José, reparadas gracias al aporte de bienhechores.
Todo finalizó con la oración que clama por la pronta beatificación de Fray Andresito y que se reza a los pies de donde descansan sus restos en el Templo Recoleta Franciscana.